Texto: Aina Buforn
El año pasado por estas fechas, Degenerado ganaba el premio del público del festival de Angoulême. Unos meses después llegaba a nuestras manos publicado por Dibbuks.
De todos los cómics premiados durante ese año, fue sin duda el que más llamó mi atención. Y eso llevó a que mi querida hermana fuera la encargada de reseñar al ganador de la Fauve d’Or en esta entrada de aquí.
Pero vayamos al grano.
Intento organizar mis ideas a la vez que escribo este post, porque sin duda es un cómic que nunca me deja indiferente. Todas las veces que lo he leído me ha dado motivos para reflexionar y extraer matices nuevos. Lo primero, está basado en una historia real. Algo que posiblemente puede resultar horroroso de leer cuando ves los rótulos de la peli de domingo después de comer. Pero en este caso resulta interesante.
Degenerado nos cuenta la historia de un joven matrimonio, Louise y Paul. Ambos se casan enamorados, horas antes de que Paul sea enviado al frente a matar alemanes en nombre de la patria. Pero, como bien sabemos, las guerras no tienen nada de heroico.
En una primera lectura, de manera superficial, Paul decide no volver al frente y mantener su decisión a cualquier coste. Aunque ello suponga travestirse. Los horrores que él vive en el frente son motivo más que suficiente para decidir que luchar por la patria posiblemente no merezca tanto la pena. Y a través de esta primera pasada, descubrimos el amor abnegado de su mujer, dispuesta a todo por ocultar a su marido.
Segunda lectura. Paul tiene que convertirse en Suzanne para poder vivir como una persona libre y esto le lleva a desarrollar una confusión de identidad (sexual), hasta el punto de no saber discernir quién es realmente. Pero es en las siguientes pasadas dónde creo que realmente captas el mensaje verdadero de toda esta complicada historia.
Chloé Cruchaudet nos muestra la fragilidad de la mente humana, el altísimo coste de no saber lidiar con los sucesos traumáticos de tu vida y lo que supone vivir fingiendo ser otra persona. Nos conduce de manera delicada por una relación de amor, turbada por el horror de una guerra y la construcción de una nueva identidad a costa de la persona que más quieres.
El rojo como expresión de la feminidad.
Es importantísimo el uso del color en esta historia. Louise empieza siendo la única mujer en la trama y a medida que Paul deja de ser él y pasa a ser Suzanne, será él quién adquiera el color rojo en su vestimenta, dejando a Louise cada vez con atuendos más blancos. El rojo siempre nos indica un evento importante, aunque a primera vista no nos demos cuenta de ello.
El verdadero yo.
El aspecto que más me ha gustado de este cómic es que no trata sobre la confusión de identidad sexual. O del libertinaje. O de la homosexualidad. Paul no tiene una confusión de identidad sexual. Paul tiene una confusión de identidad con su propio yo, porque no es capaz de aceptar qué le sucedió durante la guerra. Repudiarse supone darle más poder a Suzanne, y esa fingida «vida fácil» que él se ha creado, pero verdaderamente supone no enfrentarse al trauma que vivió.
Pero ante todo, la mejor moraleja es lo tremendamente a gusto que te quedas cuando consigues romper con una relación tóxica, sea cual sea.
Conclusión: No es una historia apta para todos los públicos, pese a que no lo parezca. Requiere ser leída con detenimiento y apreciar con cuidado los detalles. Es una de las obras que más desubicada me ha dejado.
Autor: Chloé Cruchaudet
Editorial: Dibbuks
Precio: 20€